Ícono de las transmisiones de la Copa Davis, Gonzalo Bonadeo cuenta desde adentro los pormenores deportivos y extradeportivos de una competencia que siempre tuvo en vilo a los argentinos. Desde fines de los 70, cuando el tenis pasó a formar parte de nuestro lenguaje común; los recuerdos más agridulces de las Davis de su juventud y sus primeras coberturas, hasta la difícil década del 90, la época dorada de La Legión, las tres finales perdidas en seis años y un viaje pleno de detalles por la ansiada consagración de 2016, culminando con el inmediato descenso, el regreso a Primera y su opinión sobre el nuevo formato del torneo, un hito en la historia de esta copa. Un relato histórico -por el que desfilan los nombres de todos sus protagonistas, de Vilas y Clerc a Nalbandian y Del Potro- pero a la vez íntimo y sin pelos en la lengua, que lleva el sello inconfundible de Bonadeo, uno de los periodistas deportivos con más credibilidad de la Argentina.
Sobre Gonzalo se ha dicho...
«Desde su primer viaje a la Davis Gonzalo rompió con muchos prejuicios que yo tenía sobre el periodista de tenis. Me caía bien, me generaba confianza y me divertía. Es muy exigente, perfeccionista y muy obsesivo con ciertas cosas. Estar al lado suyo es un aprendizaje permanente; como que te regalen un posgrado, un máster continuo».
Martín Jaite
«Profesional, apasionado, dedicado y respetuoso. Gran referente del periodismo deportivo. Si no te entrevistó Gonzalo, no jugaste la Davis».
Juan Ignacio Chela
«Gonzalo tiene la capacidad única de generar en el espectador emoción e interés por cada deporte que analiza y comenta».